jueves, 15 de enero de 2009

el sexo oral

Felación es el nombre que se da al sexo oral hecho por la mujer al hombre. No se trata sólo de introducirse el pene en la boca y chupar hasta la excitación o el orgasmo masculino. Más que una actividad mecánica, el sexo oral debe proporcionar placer, y cuanto mejor se haga, mejor será para el desarrollo de la pareja.
A Algunas mujeres no les gusta esta actividad, sienten asco por el órgano masculino o temen que sus parejas consideren que están “salidas” por saber practicarlo. Todo esto rodea al tabú todavía existente en relación al sexo oral que, aún se ha vuelto una actividad corriente como preliminar del sexo, aún hay quien lo considera sucio, feo e inmoral. Esto aquí no lo discutiremos, lo que sí haremos es hablar de algunas técnicas que pueden ayudar a las mujeres a querer practicar la felación a sus parejas.
En primer lugar, el uso de preservativo es fundamental, aunque esta práctica sea una de las más difíciles para contraer VIH, puede darse, por lo que la prevención es esencial. Si antes o después hubiera sexo anal u oral, el preservativo debe ser cambiado.
La posición de la pareja puede ser determinante para la excitación de ambos, pues el sexo oral excita no sólo al hombre, sino también a la mujer. La posición más corriente es la del hombre tumbado de frente y la mujer entre sus piernas. Pero también se puede hacer con el hombre tumbado de lado y la mujer también, con la cabeza a la altura del pene, de forma que los dos estén cómodos. Se puede hacer con el hombre sentado y la mujer de rodillas frente a él, o con la mujer arrodillada y el hombre en pié. Por último está el 69, donde los dos están tumbados con los cuerpos en posiciones invertidas. Aquí cada uno da y recibe sexo oral.
La felación se puede hacer en la cama, en la ducha, en el coche..., en cualquier lugar mientras la pareja tenga la creatividad suficiente para excitarse con esta forma de preliminar. La única precaución que deben tener es el no ser vistos por nadie, ya que podrían ser víctimas de su pudor.
La mujer puede comenzar el sexo oral masturbando a su pareja con la mano, creando en él un clima de expectativa en relación al toque de su lengua.
O puede ir besando y lamiendo el cuero del hombre , su pecho, cuello, piernas, e incluso brazos y pies, sin llegar directamente al pene. Muchos hombres se excitan enormemente con este paseo por sus cuerpos. No podemos olvidar que la piel es un gran órgano, lleno de puntos sensibles y tanto hombres como mujeres, se excitan con el toque de otros puntos que no sean los genitales.
Al acercarse al pene, la mujer puede empezar la felación por los testículos, explorando toda la parte interna de los muslos de su pareja, acercándose al pene después.
En este órgano ella puede usar las manos o usar su lengua para hacer todo el trabajo. A algunos hombres les gusta que sus parejas usen sólo la lengua y a otros que usen las manos. Probar las dos formas y dejar que su pareja le guíe, puede ayudar a descubrir sus preferencias

el sexo

Sexo y Sexualidad
El sexo es esencial para el ser humano, no sólo por cuestiones reproductivas sino también porque implica placer, autoestima y realización personal.


Estamos abiertos a escucharte. Mándanos tus dudas y comentarios sobre cualquier tema de sexo y vida sexual del que quieras tener más información.y nuestros sexologos incorporarán el asunto a los próximos artículos.

el kamasutra

Kamasutra es el tratado erótico más famoso de todos los tiempos.

En muchos casos ha sido banalizado por la cultura occidental y muchas personas esperan una obra pornográfica o un listado de posiciones para el acto sexual, pero en realidad es un compilado filosófico acerca del amor y el placer, que retrata de forma magistral la sociedad y las costumbres hindúes. Los autores del libro (que han sido muchos durante siglos), de acuerdo a la tradición hindú, se refieren a la unión sexual de forma extremadamente poética, lo que hace de la lectura del Kamasutra un placer. El lector también encontrará pasajes que le parecerán casi humorísticos, pero que deben ser analizados en el contexto de las costumbres de la época en la cual fueron escritos. Otra característica destacable del tratado es la aparentemente contradictoria postura que toma con relación a la mujer, que en la vida cotidiana está subordinada al hombre y Vatsyayana la exhorta a que sea modesta, fiel y obedezca al marido, además de complacerlo en todos sus deseos; ideas que continúan vigentes en la India hasta el día de hoy. Sin embargo, en los aspectos sexuales, el Kamasutra expone (en una época pre-cristiana) un concepto que los occidentales tardaron hasta el final de la década del 60 en conocer: la mujer tiene los mismos derechos que el hombre al placer y a la sexualidad. En varios pasajes se recuerda al hombre que debe preocuparse por la satisfacción de su compañera; además, en toda la obra se percibe a la mujer como un ser con deseos y necesidades sexuales y amorosas, a la par del hombre, una clara oposición a la mujer destinada a la procreación, exenta de placer, que supuso la cultura occidental. El Kamasutra puede ser leído bajo muchas ópticas, pero siempre resultará en una experiencia enriquecedora y entretenida para el lector de mente abierta. Este libro, que sin duda pertenece a la galería de los grandes clásicos de la literatura universal, nos permite mirar otro tiempo, a la vez que al universo cultural de un pueblo distinto al nuestro